miércoles, 14 de mayo de 2014

Garrafón, cada gota es diversión

Compramos la revista en el aeropuerto cuando íbamos a volver de Chile en enero para que nuestra hija se entretuviese en el viaje. Ha estado dando vueltas por la casa durante meses y la semana pasada me fijé en ella cuando mi hija me enseñaba en cocodrilo. No me lo podía creer, ese anuncio es buenísimo. Garrafont, cada gota es diversión. Mis compatriotas deben de estar a estas alturas partiéndose de risa. Los lectores chilenos o de otras países hispanohablantes se preguntarán qué tiene de gracioso. 


Lo explico. En España se llama “garrafón” a la mala costumbre de adulterar una bebida alcohólica para abaratar su coste. Te acercas a la barra del bar, pides un cubata, luego otro, y otro, y otro… al día siguiente estás con la caña (o la resaca) y le echas la culpa al garrafón. Y te acuerdas de la madre del dueño del bar. La culpa no es de ninguna manera de la ingesta excesiva de alcohol, sino de que la bebida estaba adulterada. Conozco a varias personas que me dicen que siempre piden el whiskey más barato (DYC); dicen que así se aseguran de que no es garrafón.

Garrafón viene del aumentativo de garrafa, supongo que porque en los inicios de esta práctica de dar gato por liebre el dueño del bar tendría el producto en un garrafa e iría rellenando la botella. Como refleja la RAE, un licor de garrafa se presupone de mala calidad.

Por si a los lectores chilenos les parece exagerado tener un término propio para adulterar una bebida, sólo tienen que leer esta noticia del periódico español 20 Minutos para darse cuenta de la magnitud de la práctica. El garrafón, más peligroso de lo que piensas. O pueden visitar esta web que se dedica a denunciarlo: Guiagarrafon.com

Garrafont es un producto de Bonafont, que en realidad no es chilena sino una empresa mexicana. Supongo que habrá algún blog tipo Palabra de México donde un españolito como yo ya se habrá hecho eco de la curiosidad. La empresa es relativamente reciente, nació en 1992 y se integró en el Grupo Danone en 1996.

Lo curioso es que Danone se fundó en España y cuando adquirió Bonafont sabría perfectamente las connotaciones que Garrafont tendría para los españoles. Imagino que habrán analizado bien el riesgo de cambiar el nombre del producto en México contra el de la guasa española por el nombre. Danone entró en el mercado chileno hace pocos años al adquirir Parmalat Chile e inscribió la marca Bonafont nada más instalarse en Chile.


No es el primer caso ni será el último de un producto o marca que resulta inapropiado en otro país. Hace un tiempo hablamos del caso inverso, de los picos de pan, que en Chile encontrarán gracioso, o de la Polla de Beneficencia. Hay más casos en otros países, como los que recopiló este blog de EL País.

Señores de Danone, no, a mi hija no le voy a dar garrafón.

1 comentario:

  1. Tampoco me imagino a un chileno comprándose un KIA Picanto (creo que se corresponde con el Morning). Al igual que también veo difícil que cierta marca china con presencia aquí en Chile. entre en España con el mismo nombre: me refiero a Geely (o lo mismo llegó?). Y qué decir de cementos TRANSEX...el restaurante Dominga....

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